Diseñamos estos modelos para nuestro ritual de baño.
Con aceite de coco, de almendras, de ricino, de oliva y aceites esenciales. Ultra hidratantes. Hechos artesanalmente a través de saponificación en frío, todos reposan durante cuarenta días hasta que su proceso de secado finaliza y su Ph (7) se adecúa a las necesidades de la piel.
Epirulina y semillas: La spirulina contiene vitamina A, E, hierro, calcio y fósforo. Actúa como un poderoso antioxidante de la piel, retrasando los primeros signos de envejecimiento de la piel, devolviendo a su vez tersura, nutrición e hidratación. A su vez tiene propiedades desintoxicantes, permitiendo la aceleración de la renovación de las células.
Cúrcuma con semillas: La cúrcuma posee vitamina C y alfa-hidroxiácidos (que exfolian, aumentan el grosor de la capa profunda de la piel y estimulan la producción de colágeno). Ayuda a reducir las marcas de acné, regula la producción de grasitud, aporta brillo y unifica el tono de la dermis.
Avena: Con propiedades calmantes y antinflamatorias, la avena disminuye irritaciones en la piel, alergias o picores. Elimina las células muertas, exfolia, limpia, nutre y cuida la piel reseca o sensible. Regulariza el pH, evita la deshidratación de la dermis y absorbe la suciedad acumulada en los poros.
¿Cómo cuidar el jabón? Debe reposar sobre una rejilla, jabonera o recipiente que no acumule restos de agua.